¿Cómo funciona la energía solar en días nublados?
Cuando pensamos en energía solar, es común imaginar un día despejado, el sol brillando intensamente y paneles trabajando a toda máquina. Pero, ¿qué pasa cuando el cielo se nubla? ¿Los paneles dejan de funcionar? ¿Conviene instalar energía solar en una región donde hay días grises? En este artículo, respondemos estas preguntas desde una mirada clara, técnica y, sobre todo, honesta.
Primero lo primero: los paneles no necesitan “sol directo” para generar energía
Los paneles solares funcionan gracias a la luz, no al calor. Utilizan una tecnología llamada efecto fotovoltaico, que convierte la radiación solar en electricidad. Esto significa que incluso en días nublados, donde la radiación solar es menor, los paneles siguen generando energía, aunque en menor cantidad.
En promedio, un sistema fotovoltaico puede producir entre un 10% y un 25% de su capacidad máxima durante un día completamente nublado. Y si el clima es parcialmente nublado, el rendimiento puede subir al 40%-60% dependiendo de la calidad de los paneles, su orientación e inclinación.
¿Qué impacto tiene el clima en la generación solar?
Hay tres factores climáticos que pueden afectar el rendimiento solar:
La nubosidad: reduce la cantidad de luz directa, pero parte de la radiación solar se sigue filtrando y aprovechando.
La lluvia: además de cubrir el cielo, puede ayudar a limpiar los paneles de polvo y suciedad, mejorando su eficiencia posterior.
El frío: y acá viene lo interesante… los paneles solares son más eficientes a temperaturas bajas. El calor excesivo, de hecho, puede reducir su rendimiento.
Esto significa que, contra lo que muchos piensan, el otoño y el invierno pueden ser buenos aliados de la energía solar, especialmente si los paneles están bien instalados y dimensionados.
¿Cómo se compensa la menor generación en días nublados?
Un sistema bien diseñado incluye:
Inversores inteligentes, que optimizan la producción incluso en condiciones variables.
Baterías, si se desea almacenar la energía generada y usarla cuando el sol no está presente.
Inyección a red (sistema on-grid), donde el usuario se beneficia enviando su excedente de energía a la red eléctrica durante días soleados y consumiendo de la red en los días con menor producción.
Esto asegura un rendimiento estable y confiable a lo largo del año, sin depender exclusivamente de los días más soleados.
¿Y por qué importa saber esto?
Porque muchas personas postergan la decisión de pasarse a la energía solar por mitos. Uno de los más frecuentes es pensar que “acá hay muchos días nublados, no me va a servir”. La realidad es que, incluso en lugares con cielos parcialmente cubiertos, la energía solar sigue siendo una inversión rentable, limpia y sustentable.
Entender cómo funciona la tecnología nos da herramientas para tomar decisiones más inteligentes y conscientes. No se trata solo de ahorrar, sino de elegir un sistema energético que te dé libertad, autonomía y futuro.
Energía solar todo el año
En FSA Energía creemos que el cambio no se da de un día para otro, empieza cuando empezamos a cuestionarnos. Y si estás considerando la energía solar, incluso en otoño o invierno, estás en el camino correcto.
Porque el sol no deja de estar, aunque no lo veamos. Y tu energía, tampoco.
